RECONSTRUIRÁN LAS RUINAS ANTIGUAS, REFORZARÁN LOS CIMIENTOS ANTIGUOS, Y LOS LLAMARÁN: “REPARADORES DE MUROS CAÍDOS”, “RECONSTRUCTORES DE CASAS EN RUINAS”.
David no fue perfecto, pero fue valiente, obediente y apasionado por Dios. Él no solo venció gigantes como Goliat, sino que también inspiró a otros hombres a ser valientes por el Señor. Sus “valientes” no eran solo guerreros, eran hombres que pelearon por algo más grande que ellos mismos: el propósito de Dios en sus vidas.
Dios todavía está buscando hombres como David y sus valientes. Hombres que:
No retrocedan cuando la batalla arrecia.
Peleen por su fe, su familia y su llamado.
Permanezcan firmes cuando otros abandonan.
Obedezcan a Dios, no por obligación, sino por amor.
¿Eres un hombre conforme al corazón de Dios y dispuesto a tomar tu espada (la Palabra), mantenerte firme y luchar espiritualmente por lo que Dios te ha confiado?
“Señor, hazme un hombre conforme a tu corazón. Dame el coraje de David, la determinación de Eleazar y la fe de tus valientes. Ayúdame a permanecer firme en ti, sin retroceder. Amén.”
REUNIÓN DE VARONES, ULTIMO VIERNES DE CADA MES A LAS 7:30 PM
"Bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor."
— Lucas 1:45
Estas palabras fueron dirigidas a una joven que eligió creerle a Dios, incluso cuando lo prometido parecía imposible. Una misión que sobrepasaba su entendimiento. Y aun así, creyó. y su fe no fue pasiva; fue una fe que abrazó el plan de Dios con humildad, entrega y valentía. No necesitó tener todas las respuestas, solo necesitó confiar en la voz de Aquel que es fiel.
Como mujeres, muchas veces enfrentamos promesas que parecen lejanas, situaciones que no entendemos, o caminos inciertos. Pero el mismo Dios que habló a María sigue hablando hoy. Y sigue cumpliendo sus promesas en las vidas de aquellas que eligen creer, aunque no lo vean todo claro.
La mujer bienaventurada no es la que lo tiene todo resuelto, sino la que confía en Dios en medio de todo.
¿Qué promesa has recibido que necesita ser abrazada con fe?
¿Estás dispuesta a confiar en Dios incluso cuando no entiendes el cómo?
“Señor, quiero ser una mujer bienaventurada, una que cree en ti y en tus promesas. Aumenta mi fe y ayúdame a confiar cuando el camino no sea claro. Que mi corazón se aferre a tu voz, sabiendo que tú eres fiel para cumplir. Amén.”
REUNIÓN DE MUJERES; EL TERCER VIERNES DEL MES A LAS 7:30 PM
"Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios."
— 2 Corintios 5:20
Un embajador representa a su nación en tierra extranjera. Lleva el mensaje de su rey, defiende sus valores y actúa como si el propio rey estuviera hablando a través de él.
Como joven cristiano, no estás aquí por casualidad. Estás en este mundo, pero no perteneces a él. Tu identidad está en Cristo, y tu propósito es representarlo. Donde sea que vayas —escuela, universidad, trabajo, redes sociales— ERES EMBAJADOR DEL REINO.
Este mundo necesita escuchar un mensaje: reconcíliense con Dios. Y tú eres la voz que Él quiere usar.
¿Tu vida refleja a Cristo en tus decisiones, palabras y relaciones?
¿Eres consciente de que tu comportamiento habla más fuerte que tus palabras?
¿Estás dispuesto a vivir con propósito, sabiendo que representas al Rey de reyes?
Dios no busca perfectos, busca disponibles. Jóvenes que digan: “Aquí estoy, Señor, úsame.”
Pregúntate hoy: ¿A quién puedo acercar a Dios con mi forma de vivir?
Decide representar a Cristo con integridad y pasión donde estés.
“Señor, gracias por confiar en mí y hacerme tu embajador. Ayúdame a vivir con propósito, a representar tu amor con mis acciones y palabras. Úsame para llevar a otros hacia ti. Amén.”
REUNIÓN DE JOVENES, SABADOS 7:30 PM
"Los hijos son un regalo del Señor; son una bendición que Él nos da."
¿Alguna vez te dijeron que eres especial? ¡Pues la Biblia lo dice también! Dios dice que tú eres un regalo precioso para tu familia. Como las flechas en las manos de un valiente guerrero, así eres tú: ¡fuerte, valiente y con propósito!
Imagina que Dios te hizo como una flecha especial. Una flecha no sirve si se queda guardada en una caja. ¡Tiene que ser lanzada hacia un blanco! Dios tiene un plan para ti. Cada vez que obedeces, amas, oras o ayudas, estás volando en la dirección que Dios preparó.
Recuerda que eres muy valioso para Dios y para tus padres. Dios te hizo con un propósito. Aunque eres pequeño, puedes hacer grandes cosas con Dios.
“Gracias, Dios, por hacerme un regalo tan especial. Ayúdame a obedecer, a amar y a seguir tu camino cada día. Quiero volar alto como una flecha en tus manos. Amén.”
La reunión de niños se realiza el primer sábado de cada mes a las 10:00 am